lunes, 23 de noviembre de 2009

El dia que todo cambio


Siempre en nuestra vida tendremos días que no olvidaremos. Y yo quería, intuía, deseaba que uno de esos grandes días apareciese en mi vida.

Casi un mes después sigo aun sorprendido, poco a poco me lo voy creyendo, cada dia mas. Al fin cariño, amor, sentirse valorado al 100%. Alguien que me roba besos, que en la noche me abraza fuertemente sin dejarme escapar, alguien que se duerme en mi regazo mientras le acaricio el pelo. Simplemente amor, el amor mas puro que nunca he conocido, amor de verdad, deseo mutuo que utiliza el canal usado durante los siglos. Un sueño que ahora se ve cumplido

Aparecen los planes, pequeños y grandes, para el futuro cercano y el que aun esta lejano. La vida se va perfilando. Quiza arriesgamos mucho y arriesgaremos aun mucho mas, pero merecera la pena, merecera la pena estar siempre juntos compartiendo nuestras vidas cada dia.

Pero con todo esto sigo teniendo aun cierto temor, temor a que como otras veces el sueño se desvanezca tras la cortina de humo del tabaco, miedo a que este edificio se derrumbe como otras veces. Y ahora se que si todo cae no voy a tener las fuerzas para levantarlo, que si esta vez no me quiere nadie me podra querer ya. Las puertas se me cerrarian y quiza nunca mas volviesen a abrirse. Si despues de todo lo arriesgado, de haber nadado a contracorriente y haber derribado todos los obstaculos eso no nos une nada podra hacerlo.

Solo deseo que sea eterno, que, como tantas veces dije, "Auferat hora duos eadem": que la misma hora nos lleve a los dos.